Los persas han intentado invadir Grecia y todos los reinos deben aportar sus tropas. Así lo ha ordenado Minos y aunque su padre adoptivo se opuso a su participación, Aetes decidió asistir, alado por las ansias de gloria Confiado de ser útil para las tropas emprenderá camino a la guerra junto con sus hermanos y ahora, son él y sus hermanos, contra los estragos de la misma a la que en casa juraba querer servir, pero solo al llegar, podrá descubrir la verdad y aferrado a sus escoltas salvajes y dotes divinos, aquel que el sol dejaría años atrás en la costa de Cólquida, hará cuanto haga falta para volver a casa ¿Volverá de la guerra todavía con algún atisbo a como era cuando se fue o a la hora de la verdad, se verá obligado a ver el rostro más hostil de Ares y los dioses bélicos?